Nuestra historia
Ké nace en casa, mucho antes de ser una marca.
Soy Carla Bernabeu, dietista-nutricionista y fundadora de Ké.
Mientras vivía en Leeds (Inglaterra), entendí que aquello que formaba parte de nuestra vida cotidiana en casa —la fermentación— podía tener sentido fuera de la cocina familiar.
En mi casa, en Altea, siempre ha habido un rincón dedicado a fermentar.
El kéfir de agua llegó a nuestra familia hace más de veinte años y creció con nosotros, sin prisa, como se hacen las cosas que importan.
Mientras yo desarrollaba el proyecto desde el norte de Inglaterra, mi madre cuidaba los cultivos desde Altea, haciendo pruebas, ajustando procesos y respetando el tiempo de la fermentación hasta llegar a la base que hoy define Ké.
Volví a casa para convertir todo eso en algo sencillo y actual: una soda natural fermentada, ligera, honesta y pensada para el día a día.
Ké no nace para prometer milagros, sino para ofrecer una alternativa real a los refrescos convencionales, hecha con fermentación auténtica y sin atajos.
En septiembre de 2022 abrimos nuestro obrador en Altea.
Un espacio urbano, a pie de calle, donde fermentamos Ké de forma real y cercana.
Desde aquí desarrollamos nuestras recetas, cuidamos los cultivos y damos forma a lo que hoy es Ké Soda, con la intención de llevar la fermentación a nuevos puntos de venta y a más personas.
Dónde encontrarnos
Algunos días podrás encontrar fermentando, enlatando, cantando o bebiendo kéfir.